EL MACHISMO TRAS LAS CÁMARAS

En el mundo de la comunicación audiovisual, podemos utilizar los medios como arte y herramienta de expresión, lo cuales reflejan y moldean nuestras percepciones tanto sociales como culturales. En este ámbito, el machismo ha sido, y por desgracia es, un tema habitual que ha traspasado durante décadas las pantallas grandes y pequeñas. El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, tiene como fin un momento de protesta y reflexión sobre estas realidades. 

Desde los inicios del cine, las representaciones de la violencia machista han estado presentes, aunque no siempre de manera explícita. Los estereotipos de género, como la objetivación de la mujer y la normalización de la violencia, han sido recurrentes en muchas películas. Sin embargo, en las últimas décadas, ha surgido un movimiento de conciencia que busca desafiar estos patrones, dando visibilidad a las experiencias de las mujeres. Las comedias románticas a menudo utilizan estos estereotipos de género, presentando a la mujer como una "antagonista" cuyas acciones tienen menor peso que las del hombre, quien controla la narrativa., ejemplos como Cocodrilo Dundee y Pretty Woman ilustran la cosificación de la mujer. Estas representaciones refuerzan estereotipos sobre la responsabilidad de las mujeres en el cuidado y la limitación de su espacio privado, mientras que los hombres son representados como seguros y exitosos públicamente. A pesar de algunas representaciones de hombres sensibles, en general, se refuerza la masculinidad tradicional.

El 8M, por otro lado, se ha convertido en un momento crucial para el cine feminista y de denuncia. Es una oportunidad para sacar a flote las injusticias y desigualdades que persisten en la industria del cine y en la sociedad en su conjunto. Las películas, documentales y cortometrajes creados por mujeres, y también por hombres sensibilizados, son herramientas poderosas para promover el cambio gracias a su capacidad para generar empatía y conciencia en el público. Las películas y series que abordan la violencia machista, como la reciente Barbie, no solo informan, sino que también tocan fibras emocionales y despiertan la indignación como la solidaridad. Es a través de la identificación con los personajes y las historias que el espectador puede comprender mejor las complejidades de la violencia de género.

A pesar de la visibilización de estos temas, el cine a veces no se representa bien a las mujeres y sus  complejidades. Comúnmente, muestra la violencia machista de manera incorrecta, usando clichés o exageraciones que no reflejan la realidad. Por eso, el 8M es un momento para pedirle al cine que muestre a las mujeres de manera más realista y respetuosa, sin caer en estereotipos que causen más daños que resultados.